Viste cuando tenes tantas cosas para desembuchar y no podes largar ni la mitad porque se amontonan todas en la entrada de tu boca, y quedas con los labios entreabiertos, con una sonrisa de Colgate fusionada con el sex appleal de las risitas de Maybelline, y el mundo sabe que estás bien, pero no porque lo escuche de vos sino porque lo ve, porque empezas a tener maneras lentas, como si fueras buscando prolongar lo que hoy te hace tener esa cara de idiota.

Ayer me puse ver Gia, que película pedorra, 

tiene música como de película erótica de los 80, 

pero al margen de la mala calidad 

¡esta mina me hipnotiza! 

Buches de flúor y la cama, el perro de la casa de enfrente ladra como la mierda, sinónimos de que debe estar solo, ideas criminales pasan por la cabeza de Sara. Remera de Mickey con ropita de Fantasía, bombacha de abuela a lunares y el pelo con resaca de rodete. Últimos pensamientos: tendría que bajar la persiana sino mañana el sol y los autos me van a servir el desayuno. La almohada no se parece en nada a la espalda de Lulú. El cansancio me hace escribir oraciones guachitas.



(TRANCE EN MI REMERA)